La dismenorrea es un término utilizado para designar el dolor pélvico asociado con el ciclo menstrual.
Esta patología presenta alta prevalencia y recurrencia en las mujeres; incluso se estima que más del 60% de las mujeres pueden padecerla, y muchas de ellas pueden incluso tener dolor severo que las lleve a incapacidades frecuentes.
La dismenorrea puede presentarse como un dolor pélvico y/o lumbar aislado, o también puede aparecer con un conjunto de síntomas diversos como: náuseas y vómitos, fatiga, diarrea, dolor de cabeza, mareo, dolor en las piernas, ansiedad, irritabilidad, depresión , entre otras; ocasionando un deterioro del estado físico, psíquico y anímico en las mujeres que la sufren de forma cíclica.
Si bien existen medidas no farmacológicas que pueden ayudar a mejorar el dolor menstrual, sobretodo en dismenorreas de origen primario; como: el ejercicio, el reposo, calor local, dieta baja en grasas, suplementación con omega-3, el aumento en la ingesta de agua, entre otros. Es recomendable visitar a un especialista si tu dolor es severo y los síntomas persisten y tienden a empeorar, siendo así, probablemente se requiera de un tratamiento más complejo y se debe descartar dismenorrea de origen secundario (ocasionada por enfermedades ginecológicas de base)